La ciudad
La ciudad es Roma, claro está, pero el concepto de ciudad va más allá del espacio físico y material. Porque la ciudad va ligada a la idea de ciudadanía, y desde los tiempos más antiguos, la idea de ciudadanía va ligada al derecho. Es el derecho romano el que articula jurídicamente el contenido de la pertenencia a una comunidad, al populus romanus, que, como dice Cicerón, es algo más que una mera reunión de personas.
En el derecho romano, la ciudad, o «civitas», era el núcleo fundamental de la organización social y política romana. La ciudadanía romana otorgaba derechos y privilegios legales a sus habitantes, quienes estaban sujetos a las leyes y regulaciones específicas de la ciudad en la que residían. La ciudadanía romana se adquiría por nacimiento, por concesión del Estado o, en algunos casos, por la adquisición de la ciudadanía de un ciudadano romano.
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