La filosofía se centra en los asuntos humanos: los sofistas y Sócrates

Iniciación

En esta sesión se presta atención a una forma muy especial de enfrentarse al conocimiento, propia de quienes se afanaron por llevar los mecanismos racionales hasta sus últimas consecuencias, de modo que sus “demostraciones lógicas” podían llevar a conclusiones disparatadas. Esos nuevos pensadores son conocidos con el nombre de “sofistas”, apelativo que pronto se cargó de valores peyorativos.

El pensamiento racional se enfrentó así a sus propias limitaciones, lo que obligó a perfeccionar sus métodos. Pero estos pensadores acertaron en poner el foco de su reflexión ya no exclusivamente en la naturaleza, sino sobre todo en el ser humano. Había comenzado una nueva forma de filosofar. Sócrates fue en buena medida un sofista pero la originalidad y la pertinencia de su pensamiento, además de su muy peculiar metodología para llegar a él, lo convirtieron en uno de los filósofos más influyentes de Occidente.

Los sofistas se caracterizaban por su habilidad para argumentar y persuadir a través de la retórica, enfocándose en el dominio del lenguaje y la capacidad de convencer a otros.

Sócrates sin embargo, a través de su famoso método socrático, que consistía en hacer preguntas y desafiar las creencias establecidas, buscaba estimular el pensamiento crítico y ayudar a las personas a examinar sus propias ideas y creencias.

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