Alejandro Magno y la conquista de Asia

Profundización

El siglo IV a.C. se caracteriza en Grecia por una serie de conflictos internos en busca de la hegemonía; las llamadas a la paz común o a la unión de los griegos para hacer frente a la cada vez mayor intervención de los persas en la política griega no llegan a buen término. Eso le permitirá a Macedonia, bajo Filipo II, acabar dominando a Grecia y poner en un primer plano la guerra contra los persas. El asesinato del rey, y la sucesión de su hijo Alejandro III, marcarán el inicio de la conquista de Asia, que extenderá los límites del helenismo desde el Mediterráneo hasta el río Indo.

La sucesión de Alejandro Magno marcó un punto de inflexión en la historia griega. Desde el inicio Alejandro III demostró audacia y habilidad militar sin igual. Sus tácticas innovadoras y su capacidad para inspirar a sus tropas le llevaron a una serie de victorias contra el Imperio Persa. En las batallas de Granico, Issos y Gaugamela, Alejandro derrotó a fuerzas persas superiores en número y sofocó la resistencia de los sátrapas locales.

En la conquista de Asia Alejandro también se dedicó a ganarse el favor de los pueblos conquistados, mostrando un respeto por sus tradiciones y costumbres, y promoviendo la integración cultural y social en su vasto imperio.

Sin embargo, el reinado de Alejandro Magno también estuvo marcado por la controversia y la tragedia. Su decisión de seguir adelante en la India, en su búsqueda de llegar hasta los confines de la Tierra conocida, causó descontento entre sus tropas y pérdidas significativas.

Alejandro Magno murió prematuramente en el 323 a.C., con 32 años.

 

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