El fundamento ontológico de la verdad: del poema de Parménides al mito de la caverna.

Profundización

El fundamento ontológico de la verdad: del poema de Parménides al mito de la caverna.

Parménides, al asociar la verdad con el ser, vinculó el no ser con la falsedad. Platón ilustró con el mito de la caverna esta radical dicotomía ontológica para demostrar que la verdad, a diferencia de la mentira, es divina, única y eterna.

Según Parménides, el pensamiento solo puede dirigirse hacia lo que existe, ya que el «no ser» carece de realidad y, por tanto, no puede ser objeto de conocimiento ni de discurso racional, configura una base ontológica que vincula la verdad con lo absoluto y lo eterno.

Platón representa de manera alegórica esta dicotomía ontológica en El Mito de la Caverna. Los prisioneros encadenados dentro de la caverna viven en un mundo de sombras, reflejo distorsionado de la realidad. Estas sombras simbolizan la falsedad y la ignorancia, mientras que la verdad se encuentra fuera de la caverna, en el mundo de las ideas, donde reside el conocimiento verdadero y perfecto.

Tanto Parménides como Platón vinculan la verdad con una dimensión superior y trascendental, accesible únicamente a través de la razón y el pensamiento filosófico. En este sentido, la verdad no es solo un objetivo intelectual, sino también una meta ética y espiritual, que permite al ser humano elevarse por encima de la ignorancia y la ilusión.

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