La realidad es fenoménica y la verdad, subjetiva. Del escepticismo pirrónico a Kant.

Profundización

Los primeros escépticos partieron del principio de que no hay que buscar la verdad, porque esta no existe. Consideraron, además, que esta era la única actitud que podía rescatar a los hombres del peor de los males: el dogmatismo.

El escepticismo pirrónico es una corriente filosófica que cuestiona la posibilidad del conocimiento absoluto. Los escepticistas pirrónicos no niegan la realidad, pero afirman que nuestra capacidad para conocerla con certeza es limitada, creen que el conocimiento está condicionado por la percepción y el contexto, lo que hace que toda afirmación pueda ser igualmente contraria a otra.

Para Kant, sin embargo, los límites del conocimiento no están en nuestra incapacidad para acceder a la verdad absoluta, sino en la estructura misma de la mente humana. Kant establece que no conocemos las cosas tal como son en sí mismas (noumeno), sino como aparecen (fenómeno), debido a las condiciones de nuestra sensibilidad y entendimiento.

Mientras que los pirrónicos se centraban en la suspensión del juicio para alcanzar la paz interior, Kant utiliza la crítica como método para delimitar los alcances y límites del conocimiento humano. Refleja la transición de una visión de la filosofía como búsqueda de la tranquilidad a una concepción más sistemática, que busca establecer las condiciones del saber y los fundamentos de la ciencia.

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