Sócrates y la nueva filosofía
Sócrates, uno de los pilares fundamentales de la filosofía occidental, revolucionó el pensamiento al desplazar el foco de atención hacia el ser humano. Su principal preocupación radicaba en la ética y la moral, convencido de que la calidad de una sociedad dependía directamente de la virtud y justicia de sus ciudadanos.
Este enfoque marcó un hito en la evolución del pensamiento filosófico al introducir una perspectiva profundamente humanista. Sócrates no solo buscaba el conocimiento abstracto, sino que se dedicaba a la reflexión sobre la conducta y la naturaleza humana. Sus diálogos incisivos, conocidos como «mayéutica«, eran un medio para guiar a sus discípulos hacia la auto-reflexión y la toma de conciencia moral.
Su legado trasciende el ámbito filosófico, influyendo en campos como la ética, la pedagogía y la teología. Su enfoque en el individuo como agente activo en la construcción de una sociedad ética y justa dejó una marca indeleble en la historia del pensamiento. Sócrates, el primer humanista, sentó las bases para el posterior desarrollo de la filosofía y la valoración del potencial humano en la búsqueda de la verdad y la virtud.
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