La fascinación filosófica por la naturaleza (physis) y el cosmos

Iniciación

La filosofía se originó en Grecia por la voluntad de explicar las causas que provocan el movimiento cíclico de la naturaleza y la ordenada disposición del cosmos. Por este motivo conviene analizar el sentido que para los primeros filósofos tuvieron las palabras physis y kosmos, a partir de las cuales se acabó conformando un entramado conceptual que condicionó el desarrollo posterior del pensamiento occidental.

Su fascinación por la naturaleza se basaba en la búsqueda de un conocimiento racional y sistemático, así como en el reconocimiento de la belleza y la complejidad del mundo natural.

La «physis» se refería a la naturaleza en un sentido amplio, representaba el principio o la fuerza intrínseca que impulsaba el cambio y el desarrollo de todas las cosas en el universo, como un principio dinámico y en constante transformación.

EL «kosmos» hacía referencia al orden y la armonía del mundo, el resultado de la interacción de los elementos naturales y la manifestación de un diseño inteligente en la naturaleza. Una concepción de la realidad como un sistema organizado y equilibrado.

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