Los clásicos en la educación del Renacimiento
En esta sesión se aborda la cuestión de cómo se enseñaban las lenguas clásicas (el latín y el griego) en el Renacimiento. Habida cuenta del principalísimo papel que desarrollaron en la difusión del conocimiento del latín y, en menor medida, del griego, las numerosas universidades creadas en ese momento, se traza un panorama de los establecimientos universitarios de los reinos de España a ambos lados del Atlántico y se ejemplifica con el caso de la Universidad de Alcalá de Henares cómo era una universidad en aquellos siglos y qué papel desempeñaban en su sistema educativo el estudio de los clásicos, al tiempo que se pone de manifiesto cómo también la imprenta estaba al servicio de ese programa educativo y cultural.
Con el Humanismo renacentista, los eruditos impulsaron un retorno a la pureza del latín y promovieron el estudio del griego antiguo. El aprendizaje del latín era fundamental para acceder al conocimiento, pues era la lengua en la que se escribían tratados de teología, filosofía, derecho, medicina y ciencias. El griego, aunque menos extendido, permitía el contacto con los grandes pensadores de la Antigüedad y facilitaba una comprensión más profunda de la cultura clásica.
La Universidad de Alcalá de Henares, fundada por el cardenal Cisneros en 1499, se organizó en torno a un modelo humanista, con un fuerte énfasis en la filología y la retórica. La gramática y la literatura latina y griega se aprendían a través de los textos clásicos. La universidad fue el centro de una de las mayores empresas editoriales del Renacimiento: la Biblia Políglota Complutense (1514-1517).
Con la llegada de la imprenta, los textos clásicos pudieron distribuirse en grandes cantidades, facilitando su estudio. Se publicaron gramáticas latinas y griegas que estandarizaron el aprendizaje, se imprimieron ediciones críticas de los autores clásicos y Las universidades establecieron bibliotecas con colecciones de textos en latín y griego, asegurando el acceso al conocimiento.
