El colapso del Imperio romano de occidente y la reorganización de Europa en nuevos reinos
A finales del s. V el Imperio romano de Occidente colapsa y diversos pueblos germánicos ocupan su espacio, dando inicio a un nuevo periodo político, social y cultural que, convencionalmente, llamamos Edad Media. Desde el Imperio romano de Oriente se intenta sin éxito duradero una recuperación de los territorios perdidos, por lo que a partir del s. VI ambas mitades del Mediterráneo seguirán caminos diferentes. Buena parte del legado de la Roma antigua se mantendrá, sin embargo, vigente a través de la cristianización de la Europa occidental, que alcanzó incluso territorios que nunca habían sido ocupados por el Imperio romano. El papado y la evangelización protagonizada por monjes procedentes de las Islas Británicas (san Patricio, san Bonifacio, san Columbano) propagarán el uso del latín como lengua de cultura, mientras que la escuela pagana será sustituida por escuelas eclesiásticas. Benito de Nursia, Isidoro de Sevilla y Beda el Venerable encarnan el nuevo saber. Por fin, irrumpe en este escenario un nuevo protagonista, cuya influencia será muy compleja y decisiva: el islam.